Para lamerte me bastan
cuatro puntos cardinales,
cuatro entradas y no vales
los tragafuegos que espantan.
Siete hechizos me decantan
soy la Afrodita que a solas
da cuchilladas en las colas
de las sirenas que huyen.
Mis secreciones afluyen
sobre tu rostro en las olas.
II